19.6.09

Ponme una cerveza, imbécil!



En estos tiempos de crisis la gente va muy estresada. La costumbre española de ir a tomarse una copa al bar antes de ir casa ha procurado a los dos dueños del bar Casa Pocho de Cullera (Valencia) una idea original. Al cliente que insulte de una manera original a los camareros le invitan a una cerveza.

Los propietarios, Bernard Mariusz y Michal Lotocki, ambos de origen polaco, consideran que en estos tiempos de crisis es importante que la gente pueda dar aire a sus frustraciones. Y el castellano es muy rico en improperios.
La razón más importante para el propietario es que los clientes tras desahogarse en el bar se van a casa más relajados y así se evita "soltar las broncas a su familia".

Quizás esto explique por qué el partido mayoritario de la oposición, frustrado por no poder tener el poder, se pasa el día insultando a los integrantes del partido del gobierno. Así se marchan a casa más relajados.

Por muchos años!