La bicicleta eléctrica

Recuerdo que cuando visité Holanda por primera vez lo primero que me llamó la atención fue que la bicicleta era el principal vehículo de transporte. De buena mañana veías las hileras de niños que se dirigían a la escuela independientemente de si llovía o lucía el sol. Y para facilitar su circulación habían carriles especiales por todos lados para los velocípedos. En mi juventud era algo impensable algo así en una ciudad como Barcelona con calles empinadas y una circulación motorizada peligrosísima.

Cuando me vine a vivir a Holanda me llamó la atención que la gente mayor, setenta y ochenta añeros, mujeres en mayoría, iban a la compra o de paseo en bicicleta importándoles poco si las condiciones atmosféricas eran malas. Si llovía podías verlas con la cabeza cubierta con un gorro de plástico pedaleando impertérritas.

Barcelona empezó hace algunos años a construir carriles para los ciclistas en el centro de la ciudad. Luego, con la llegada de las mountain bykes, se empezaron a ver cada vez más ciclistas circulando por la ciudad. Y desde hace un año se ha impuesto el Bicing como complemento del transporte urbano. Retiras la bicicleta de cualquiera de las estaciones de Bicing, la usas durante el trayecto y la devuelves en la estación más cercana a tu destino.

En estos tiempos que cada vez se da más importancia a los problemas del medio ambiente el uso de la bicicleta se ve incrementado. Ahora en Holanda se está poniendo de moda el nuevo invento: la bicicleta eléctrica. Las ventajas son evidentes ya que uno se traslada más deprisa ya que el pedaleo se ve ayudado por una batería eléctrica. La gente que va al trabajo en bicicleta no llega sudada, los padres que llevan los hijos al colegio en bicicleta lo hacen con poco esfuerzo así como las personas que hacen grandes compras. Los gastos son mínimos y no crea problemas de polución.

Así que, a pedalear todos!