13.2.07

Rencor, infamia y anteojera


Como vivo en Holanda, donde se ventilan las cosas de forma democrática desde hace mucho tiempo, no puedo por menos que comparar la política de este país con la de España. Sí, ya se que las comparaciones son odiosas, pero no puedo sustraerme a ellas.

Holanda juega con la ventaja de la salida ya que tiene en su haber una historia de lucha de todos contra el mar y más recientemente contra los invasores alemanes durante la segunda guerra mundial. Estos dos factores han hecho que en momentos difíciles y cruciales la gente se solidarice y deje a un lado sus diferencias ideológicas en bien del país. Por contra nosotros partimos con mucho lastre en los piés. La unificación de España -a la fuerza- en tiempos de los llamados Reyes Católicos por allá en el siglo XV que dejó descontentos a todos los habitantes de los reinos que entonces había. Más recientemente la Guerra Civil que enfrentó a media España con la otra mitad.

De la Guerra Civil heredamos 50 años de dictadura a manos de la derecha conglomerada en la persona del caudillo. Hubo que esperar hasta su fallecimiento allá por los años 70 del siglo pasado (que lejano suena dicho así, pero no hace tanto) para volver a la democracia. Contrariamente a lo que muchos pensaban -sobre todo la ultra derecha- el cambio se produjo sin derramamiento de sangre, de forma ordenada. Cuando la izquierda ganó las elecciones demostró ser civilizada ya que no hubo ningún brote, ni el más mínimo, de ajustes de cuentas o de revanchas como los ultras temían. Lo importante era el país, no el poder por el poder o los intereses particulares o de partido. Tuvieron que soportar una oposición de línea dura, de poco contenido y muchos ataques personales intentando desprestigiar al entonces presidente del gobierno.

Tras las legislaturas socialistas volvieron a ganar las elecciones las derechas. De nuevo pudieron gobernar con una oposición civilizada y con la que pudieron contar para combatir el terrorismo de ETA. Todos sabemos que volvieron a perder el poder hace dos años por los atentados del 11 M de cuya autoría trataron inculpar injustamente a ETA, el movimiento terrorista vasco. En el momento que perdieron el poder apareció la verdadera derecha 'facha' que se agrupa en el PP, partido mayoritario de la oposición.

El rencor que no practicaron los socialistas cuando llegaron al poder, apareció de pronto en esta derecha que ha ido en aumento y que parece ser el motor que los impulsa ya que aún no han podido digerir el haber perdido el poder. Diariamente dan muestras de ello recurriendo a la infamia. Contra el gobierno vale todo. Su constante negación a participar de forma positiva en la política antiterrorista pone de manifiesto de forma palpable que a ellos el país les importa un comino. Sólo les interesa el poder.

Así las cosas no puedo por menos de entristecerme cuando leo como reacciona la oposición holandesa ante los planes del nuevo gobierno de coalición que se está gestando estos días. La oposición ha reconocido que muchos de sus deseos se ven reflejados en los planes del nuevo gobierno. Sobre los otros puntos debatirá en su momento en la segunda cámara y presentará planes concretos de cómo ellos piensan que debería hacerse. Igualito, igualito que en España.

Paciencia, pienso, mientras a diario leo en la prensa española las reacciones rencorosas de la oposición, que no hace ninguna propuesta constructiva, que insulta al gobierno, teje a diario con infamias para ver si logra apresar en su tela de araña incautos que los voten y recuperar de nuevo el poder. Se han puesto anteojeras para no desviarse de su camino: para recuperar el poder vale todo.