El club de los solteros

El PP de Aznar no para de rebuznar para conseguir protagonismo y organiza al mismo tiempo manifestaciones contra lo que sea. Incluso ha jugado la carta de algún poder fáctico como el del ‘club de solteros’ que, como ha señalado acertadamente un periodista, curiosamente hace defensa numantina de algo que no practican; el matrimonio.

Llama la atención que en la manifestación de ayer en Madrid en la que se dio lectura al manifiesto ‘Llamamiento mundial contra la pobreza’ participó el PP pero no el ‘club de solteros’ del que sólo se detectó la presencia del obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella. La Conferencia Episcopal declinó participar en el acto.

A menudo me he preguntado ¿por qué en nuestro país, católico, apostólico y romano de toda la vida, no existe un partido de democracia cristiana? Lógicamente tendría que ser uno de los más fuertes. La respuesta me la dio el análisis de un historiador quien llegó a la conclusión que el top de la iglesia estuvo siempre al lado de Franco, mientras que los de a pié contribuyeron a la creación de las juventudes socialistas y las comisiones obreras.

El que tenga cerebro para pensar, que piense.

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