Este año en Marienbad
Durante cuatro días hemos estado en el balneario checo de Karlsbad, Karoly Vary para los nativos, procurando mantenernos a prudente distancia de las aguas curativas de sus manantiales que brotan a temperaturas elevadísimas y apestan cantidad. Debe ser su hedor lo que auyenta todos los males.
Esta ciudad de Bohemia es muy curiosa y está ocupada por el turismo desde siempre. Aparte algunos edificios y jardines muy bonitos las aguas curativas se suelen encontrar en las llamadas ‘Kolonadas’ que con una ele más a los catalanes nos puede sonar fatal.
Aprovechando la proximidad también visitamos Marienbad, otro famoso balneario, cuyo nombre acabó de popularizar la película de Alain Resnais “El año pasado en Marienbad” Es una ciudad más pequeña pero con unos edificios y ‘Kolonadas’ muy bonitos.
La región de Bohemia es famosa por su cristal que se puede admirar en todas las tiendas y el paisaje es una maravilla. Todo bosque y verde que ofrece una gran paz al espíritu zozobrado por la vorágine de las grandes urbes.
En Karlsbad nos dieron las primeras clases de golf, deporte cuyo dominio es dificilísimo y que está reservado para espíritus masoquistas como el nuestro. Lo mejor el paisaje.
Para vuestro personal disfrute incluyo algunas imágenes que podeís ver apretando con el ratón sobre FOTOS.
La próxima estación será Berlín.
Esta ciudad de Bohemia es muy curiosa y está ocupada por el turismo desde siempre. Aparte algunos edificios y jardines muy bonitos las aguas curativas se suelen encontrar en las llamadas ‘Kolonadas’ que con una ele más a los catalanes nos puede sonar fatal.
Aprovechando la proximidad también visitamos Marienbad, otro famoso balneario, cuyo nombre acabó de popularizar la película de Alain Resnais “El año pasado en Marienbad” Es una ciudad más pequeña pero con unos edificios y ‘Kolonadas’ muy bonitos.
La región de Bohemia es famosa por su cristal que se puede admirar en todas las tiendas y el paisaje es una maravilla. Todo bosque y verde que ofrece una gran paz al espíritu zozobrado por la vorágine de las grandes urbes.
En Karlsbad nos dieron las primeras clases de golf, deporte cuyo dominio es dificilísimo y que está reservado para espíritus masoquistas como el nuestro. Lo mejor el paisaje.
Para vuestro personal disfrute incluyo algunas imágenes que podeís ver apretando con el ratón sobre FOTOS.
La próxima estación será Berlín.
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