7.8.06

La vida como es



Hace años leí el libro de Zunzunegui titulado 'La vida como es' Me impactó bastante porque describía las distintas técnicas que se utilizan para robar, muy ingeniosas y aleccionadoras, y me sorprendió que cada especialidad tenía su código ético. Así, los que se dedicaban a vaciar pisos durante la ausencia de los dueños, debían dejar el resto de la casa en perfecto orden. Nada de dejar colillas ni camas revueltas aunque ya no quedaran ni cobertería de plata ni cuadros de valor colgados en las paredes.

Recordando las distintas modalidades que describe Zunzunegui caigo en la cuenta que con los tiempos modernos han aparecido nuevas variedades como por ejemplo los timos digitales. Por eso no me ha extrañado leer que estos días se está celebrando en Las Vegas la reunión mundial de piratas informáticos que se celebra anualmente desde 1992. Van tocados con sombreros de color blanco, gris y negro según el grado de pericia alcanzado.

Los 11.000 hackers, como llaman al pirata informático, dicen que acuden para darse a conocer. Pero la verdadera motivación es el color de la tela del forro de los sombreros que, al parecer, es el color verde de los dólares como lo ha definido acertadamente un periodista español.

Microsoft, una de las grandes compañías atacadas por los hackers, organiza su propia convención y concede premios a los mejores. Incluso ha impuesto a los participantes el sombrero de color azul mecánico. Me recuerda lo que me contaba hace años un paisano: 'si quieres que los gitanos no te roben, déjales acampar en tu jardín'.

Un sacerdote, cómo no, Richard Thieme, aporta su granito de arena ético: "Si tu trabajo es suficientemente noble lo estás haciendo con el fin de buscar una verdad que de otra manera quedaría oculta".

Me quedo con las ganas de saber que habrían hecho los piratas de antaño si se hubieran reunido regularmente para intercambiar experiencias. ¿Mejorar el abordaje? Seguramente el código del buen pirata sería 'valor en el combate y justicia en el reparto del botín'.
En cualquier caso sus prácticas no podían ser anticonstitucionales.