La llave de reserva del coche

Los diversos coches que he tenido siempre estaban provistos de una llave de reserva. El último coche, que por fin dispone de un dispositivo para abrir y cerrar las puertas a distancia, es el único que me entregaron sin una segunda llave. De momento no le di importancia hasta que tuve varios sustos. El sistema actual es peligroso porque al salir del coche me ha pasado varias veces que el codo roza ligeramente la palanca de seguridad y se cierran automáticamente todas las puertas. Hasta ahora he tenido la fortuna de que cuando me ha pasado había otro pasajero dentro.

Así las cosas decidí encargar una copia de la llave. Como era un coche de segunda mano hubo que averiguar el código que estaba en posesión del garage que lo vendió por primera vez. Cuando me dijeron que costaba unos 150 euros no podía dar crédito a mis oídos. A la vista de mi reacción me dijeron que se podía encargar una sin mando a distancia, mucho más barata, propuesta que acepté de inmediato.

Al cabo de un mes y pico me llamó el garage que ya podía recoger la llave. Cuando me dijeron que costaba 90 euros me quedé helado. Pero a lo hecho pecho. Me fui a casa con un cabreo de mil demonios y pensé en adquirir una caja fuerte pero desistí porque me pareció una exageración. Así que deposité la llave en el lugar donde siempre he guardado las llaves de reserva.

Esta semana tuve que llevar el coche para la revisón anual y me acordé de la llave de reserva que les dejé con el coche. Me fui con un coche del garage -gratuito, menos mal- y me fui a mi cita a 30km de casa. Al cabo de media hora sonó el móvil. El garage me comunicó que el coche se ponía en marcha pero que el resto estaba bloqueado y no se movía ni un milímetro y no podían hacer nada. Tras una conversación que podría figurar en un libro de diálogos entre besugos llegaron a la conclusión de que mi llave no estaba activada.

Reconozco ignorancia que -consuelo de tonto- parece que es compartida por el personal del garage. Como para activarla necesitaban la llave original del coche tuve que regresar al garage. Allí tuvo lugar otra conversación increíble. El empleado me dijo que esta llave era solo para abrir las puertas y que seguramente no se podría activar. Soliviantado intenté argumentar que no se podía vender una llave de reserva por 90 euros que solo servía para abrir las puertas.

Cuando fui a recoger el coche me dieron la buena noticia de que sí se había podido activar la llave de reserva. Les comenté que había leído en la prensa que hay especialistas que en un cuarto de hora hacen copias ilegales de llaves codificadas y a precios asequibles.

Que a algún lector del blog le sirva esta experiencia...