Hagan juego señores

Cuando he leído que se puede apostar dinero en la próxima elección papal no podía dar crédito a mis ojos. Soy consciente de que vivimos en un mundo totalmente desquiciado por el dinero y que esa fiebre del oro lo corrompe todo. Pero esto es ya pasarse.

Las apuestas son desde hace muchos años el ‘papadineros’ de los que sueñan con hacerse ricos de golpe y de los ricos que ven en ellas una ocasión fácil de aumentar el saldo de su cuenta corriente ya que cuanto más se tiene más se desea. Ganar pasta sin currar parece que es una tentación irresistible.

Hace unos años leí un caso extremo que me horrorizó. Resulta que en un casino de Las Vegas, situado en los sótanos de un rascacielos, llegó la noticia de que se había declarado un incendio en uno de los pisos más altos. Al acto un par de crupiers organizaron apuestas entre los presentes sobre cuantos muertos habría. Es como para perder la confianza en el ser humano.

Por lo que a los medios de comunicación se refiere también hacen sus ‘apuestas’ sobre el sucesor de Woytila. Se prevee un codo a codo entre el alemán Ratzinger, conservador, y el italiano Tettamanzi de tendencia más moderada aunque otros dicen que Ratzinger lo tiene mal porque en su juventud estuvo enrolado en las juventudes hitlerianas. Otros, en cambio, apuestan por un representante latinoamericano como podría ser Castrillón Hoyos o Andrés Rodriguez Madariaga.

Pero una cosa es hacer conjeturas y otra la posibilidad apostar dinero para adivinar quien será el sucesor de Woytila lo que considero una gran aberración.
No he podido resistir la tentación de visitar la website desde la que se puede apostar. Para colmo no sólo se puede apostar por quien saldrá elegido si no que también sobre el nombre que elegirá como papa y por fín a la combinación de candidato y nombre.

Pecunia olet!