Un sueño hecho realidad

Durante mi larga vida laboral puede constatar la importancia de los sindicatos sobre todo en lo referente a la mejora de las condiciones de trabajo y la de los servicios de inspección creados para tal fín. A pesar de ello nunca pude imaginar que se llegaría a las cotas de bienestar que han logrado hoy en día.

Ya hace años se hablaba de una técnica, cuya puesta en práctica se atribuía a los japoneses, consistente en colocar, en una habitación aislada, un muñeco hinchable representando al jefe para que los trabajadores pudiesen darle una buena zurra mientras lo insultaban sin freno desahogando así su furia contra él. Ya calmados reemprendían su trabajo con la productividad necesaria. Nosotros nos tuvimos que quedar con las ganas arrastrando la frustración en detrimento de nuestro rendimiento.

Hoy leo que algunas empresas han implantado la práctica de la siesta para mejorar el rendimiento personal de sus empleados apoyándose en los resultados positivos de los estudios realizados sobre este método. Incluso una empresa en concreto ha instalado unos sillones donde los empleados reciben un masaje de 5 a 15 minutos.

En otras empresas parece ser que ponen gimnasio, preparador físico, biblioteca, videoteca, sala de ocio-internet y ahora los sillones para descansar. Los estudiosos de la conducta del sueño constatan que después de comer, entre las dos y las cuatro de la tarde, se produce un bajón. Me pregunto que tipo de trabajo hacen los encuestadores que necesitan preguntar estas cosas.

La verdad es que, aparte del bocata de las 10, encuentro a faltar el servicio de peluquería, manicura y limpia, que a mí personalmente me hubiera ahorrado mucho estrés. Si además la manicura me hubiera dado un masaje de un cuartito de hora, seguro que después me habría pegado una siestecita reparadora y al final habría funcionado a punta de gas como un motor tras la puesta a punto

No se hasta dónde iremos a parar pero no me extraña que con las mejoras actuales huelguen huelgas.