6.2.09

!Mayordomas y alcaldesas al poder!



En busca de información sobre fiestas populares he dado con un artículo sobre la de Santa Águeda que asegura deriva de antiguos festejos romanos que fueron cristianizados por la iglesia. En muchos lugares se nombran alcaldesas o mayordomas que toman el mando ese día. Claro, una vez al año no hace daño. Parce ser que ese día muchas mujeres suelen cantar:

«A Santa Águeda bendita la venimos a pedir
tocino para la olla y aceite para el candil».

Es el único día del año en que los hombres tienen que aguantar las bromas que protagoniza el otro sexo. Lo dicho, un día al año no hace daño. Transcribo el resto del artículo.

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Santa Águeda fue una virgen a la que pretendía el procónsul de Sicilia y, como no lo consiguió, mandó torturarla y que la cortaran los pechos. En la cárcel se le aparecieron San Pedro Apóstol y un ángel, con ungüentos para su dolor. Tras nuevos tormentos, murió el 5 de febrero del 252, convirtiéndose en la patrona de las mujeres casadas.

1. Abades, Segovia (8 de febrero)
La protagonizan la cofradía de mujeres casadas que se disfrazan la víspera y se reúnen para cenar. El sábado se va a la ermita a las cuatro de la tarde con trajes y bailes. Se nombran a cuatro mayordomas y todas hacen procesión (el domingo tras la misa de las 12,30) bailando por las calles del pueblo con el pendón, la cruz parroquial y ellas vestidas con ricos trajes regionales. Algunos son muy antiguos y se nota porque llevan franjas doradas o filigranas de plata.
Delante marcha la orquesta formada por dos dulzainas y un tambor. Por la tarde (sobre las seis), tiene lugar la quema del Tío Pajas (el pelele) en la plaza Mayor y se lee un testamento lleno de alusiones sexuales. Las canciones son también muy subidas de tono. Se reúnen unas 50 mujeres cofrades que visten con el traje regional que las hace gordídimas.
Habitantes: 900 habitantes. Tfno: 921 495 204. A 15 kilómetros de Segovia.

2. Espinosa de Henares, Guadalajara (7 de febrero)
En esta pequeña localidad cercana a Cogolludo todo lo protagoniza la Hermandad de Santa Águeda (este año el sábado). Tras la misa en honor de la santa, todas las mujeres de la localidad, vestidas con traje regional, procesionan la imagen llevando las andas. Santa Águeda va adornada de arcos con flores blancas y recorre en medio de un gran jolgorio todo el pueblo, tras lo cual se acerca a la iglesia ante cuya puerta se subastan los cuatro maneros (las andas) así como los ramos de flores.
Lo que se obtiene es para la comilona, a la que sólo se permite asistir al cura. Los varones en este día, para evitarse problemas, lo mejor que pueden hacer es quedarse en casa. Por último, bailan alrededor de la enorme hoguera que se enciende en el centro de la plaza y que es costumbre que los hombres intenten apagar llevándose de paso algún estacazo.
Habitantes: 543. Tfno: 949 855 201. A 40 kilómetros de Guadalajara.

3. Mirandar del Castañar, Salamanca (5 de febrero)
A Santa Águeda se la celebra en muchas localidades de esta Sierra de Francia salmantina, pero es aquí donde se conservan más los antiguos rituales. Las mayordomas son las encargadas de la fiesta y las que corren con los gastos. El alcalde hace entrega de su bastón de mando como señal de que en ese día mandan las mujeres. Después van vestidas con antiguos trajes regionales y joyas, a las escuelas para liberar a los niños y recorrer al son de la gaita y el tamboril todo el pueblo.
Los actos más importantes son por la tarde con el baile de la bandera. Las mayordomas agitan esta sobre las cabezas de los presentes y luego colocan el pie sobre el hombre, que se echa delante de ellas, o se arrodillan sobre las prendas masculinas en claro ritual de mando. Luego es la invitación, que hacen las mayordomas a base de perrunillas y flores (típicos dulces).
Habitantes: 643. Tfno: 923 432 343. A 90 kilómetros de Salamanca.

4. Peleagonzalo, Zamora (5 de febrero)
Esta localidad, a orillas del Duero, conserva, además de los trajes y bailes de águedas, un extraño ritual de fertilidad. Tres jóvenes doncellas vestidas con trajes blancos, manteo bajo el cual asoman las puntillas de las senaguas (enaguas), blusa, sombrero de flores y armadas con largas varas sujetas con un pañuelo recorren las calles. Los mozos intentarán arrebatarles los palos y partirlos ante lo cual ellas se defienden golpeándolos con fuerza. Es un claro rito de fertilidad.
Antes ha tenido lugar la misa, tras la que tiene lugar la procesión alrededor de la iglesia. También es tradición correr el bollo, que consiste en que las mayordomas recorran el pueblo, casa por casa, invitando a la gente al baile. Su nombre proviene de las numerosas batallas, primero entre moros y cristianos y, luego, con los portugueses. Hoy es sólo una pequeña aldea con más historia que realidades.
Habitantes: 470. Tfno: 980 699 135. A 27 kilómetros de Zamora.

5. Zamarrala, Segovia (8 de febrero)
Es la más conocida de todas las fiestas de águedas. Es conocida como de las alcaldesas. Aunque hay misa el mismo día 5 la fiesta, se pasa al domingo siguiente. Por la mañana, la santa es paseada por el pueblo. Delante van las dos alcaldesas con el vistoso traje de gala, adornadas de ricas joyas, y cubiertas con la montera denominada de los doce apóstoles, por los doce botones que la adornan.
El traje se compone de ricos bordados, jubón de terciopelo negro, camisa de corchados y refajo encarnado con mandil también de terciopelo. Las manos van llenas de anillos y en la derecha llevan un bastón de mando y en la izquierda la bandeja de las peticiones. Las aguederas las acompañan bailando antiguas danzas y, como acto final, en la plaza, queman al manolo, pelele de paja que ha estado colgado durante todo el día.
Habitantes: 350. Tfno: 921 460 334. A tres kilómetros de Segovia.

6. Corrales del Vino, Zamora. (8 de febrero)
Es de los lugares de Zamora con trajes regionales más ricos. Participan unas 100 aguederas con antiguos trajes de carbajalina. Se celebra el mismo día de la santa (el 5) y también el sábado siguiente. A las 12 se concentran todas en la plaza Mayor para realizar el pasacalles. También salen sobre las 4.30 de la tarde.
El motivo de que se conserven tantas águedas por estos pueblos zamoranos es debido a los numerosos enfrentamientos que hubo entre moros y cristianos, en los que las mujeres participaron ayudando muchas veces y propiciando la victoria. Muchas de las coplas, en su mayor parte picarescas, hacen alusión a aquellos tiempos: «Una vieja en tierra de moros, tenía un rosario de bolas y bolos. Cada vez que la vieja bailaba, los bolos y bolas se le meneaban».
Habitantes: 850. Tfno: 980 560 001. A 17 kilómetros de Zamora.

7. El Espinar, Segovia (5 de febrero)
Aunque se celebran águedas en otras pedanías cercanas, como la Estación o San Rafael, aquí son mucho más populares, ya que tienen mucha tradición y hay más asistencia. La cofradía está formada por 400 mujeres y va en aumento cada año, siendo sobre todo gente mayor, ya que es requisito indispensable estar casadas y por la iglesia. La alcaldesa del año invita al desayuno a las demás mayordomas y luego, a las 11.30, tiene lugar la procesión con la santa recorriendo las calles hasta la iglesia que está dedicada a San Eutropio.
La imagen es portada por ocho mujeres vestidas todas con el traje segoviano en el que destaca la famosa mitra y hacen bailes ante el Ayuntamiento, donde el alcalde las recibe. Todas tienen algún cargo como sacristanas (las que cuidan a la Virgen) o cajeras. A las 12 es la misa, tras la cual tiene lugar una comida de hermandad.
Habitantes: 3.800. Tfno: 921 181 700. A 32 kilómetros de Segovia.

8. Escatrón, Zaragoza (5 de febrero)
Las protagonistas son las jóvenes que, vestidas con el lujoso traje de labradora escatronera, llevan en pequeñas canastillas, adornadas con pañitos bordados, panes y dulces que serán ofrecidos en la iglesia durante la misa. A su lado, marchan los escopeteros también con traje regional que van disparando salvas sin cesar.
Delante, van cabezudos corriendo tras la chiquillería. La procesión de los panes benditos comienza a las 11 y recorre todo el pueblo durante una hora. Primero, los músicos, luego las niñas, detrás las chicas solteras (las más vistosas) y luego las mujeres casadas con ramos de flores para ofrecer también a la Virgen Santa Águeda, patrona de la localidad. Tras los actos religiosos, vienen los gastronómicos, entre los que no suele faltar algo tan típico en esta comarca como el ternasco.
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A ver si Rouco Varela y Esperanza Aguirre se animan a popularizar esta fiesta en Madrid.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mi abuela Luisa, era una fan de Santa Águeda, hasta el punto de pedirme que si tenía una hija le pusiera ese nombre. A mi no me hubiera importado, pero no la pude complacer porque solo tuve niños. Sirva este comentario para honrarle homenaje a nuestra súper abuela (se lo merece).
Una nieta Fonts.

1:19 p. m.  

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