El atajo

Viendo las imágenes de Juan Pablo II es como ver la agonía de una institución que se aferra a su estructura corporativista, obsoleta, y por tanto inadecuada para los tiempos que corremos.

Ya en 1985 durante su visita a Holanda fue criticado por su falta de conexión con la sociedad actual y sus problemas. El punto álgido fue la manifestación en su contra protagonizada por jóvenes progresistas y homesexuales que terminó en una confrontación violenta con la policía.

Pero más importante fue la crítica que ‘a título personal’ le hizo la entonces presidenta del consejo diocesiano holandés. Vino a decir que la iglesia no podía ignorar los problemas sociales de la actualidad los cuales había silenciado durante la lectura, momentos antes, del texto ‘oficial’ de la iglesia holandesa. Para más inri este acto se emitió en directo por la televisión holandesa.

Veinte años más tarde parece que la iglesia no ha modificado ni un ápice su actitud y los últimos días del Sumo Pomtífice me recuerdan los de Franco, Franco, Franco, cuya vida fue alargada con todos los medios, habidos y por haber, a fín de que, quienes temen perder el poder, tengan tiempo de prepararse para afrontar la nueva situación.

Parece que hoy día es el Opus Dei el que manda en el Vaticano porque si no, no se entiende que últimamente hayan conseguido la santificación de su fundador Escrivá de Balaguer. Un proceso, en general, largo y complicado que en el caso de san Josemaria, autor de Camino, parece haber encontrado un sospechoso atajo.