La pava de Cazalilla

En el pueblo de Cazalilla (Jaén), en el contexto de las fiestas patronales de San Blas, tiran cada año una pava desde el campanario. Leo que "esta tradición que data del siglo XIX congrega cada año a centenares de vecinos en la plaza del pueblo para ver caer al animal y disputárselo a su llegada al suelo, pues se supone que quien la agarre 'tendrá suerte'."

En el año 2004 el ayuntamiento anunció que la 'fiesta de la pava' se celebraría pese a la sanción económica de 2.001 euros a raíz de la denuncia impuesta por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba). No obstante aseguró que la pava no se 'zarandearía' entre los arcos del campanario si no que se lanzaría directamente a la multitud. El primer teniente de alcalde de Cazalilla defendió que el animal "no sufre daño" porque cuando es lanzado al aire "planea" hasta el suelo.

El presidente de Anpba, Alfonso Chillerón, dijo que ya contaba con que Cazalilla "no desistiese" de celebrar la fiesta de la pava pese a que el evento le acarreó una sanción económica y advirtió de que la repetición de la festividad, supondría el agravante de reincidencia en la denuncia que Anpba preveía presentar si finalmente el evento se llevaba acabo.

El 3 de febrero de este año una pava fue lanzada desde el campanario de la iglesia en Cazalilla (Jaén), a pesar de las advertencias y consejos de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA):

Leo que "los consejos se referían a la necesidad de sustituir al animal de carne y plumas por un objeto simulado que lo representara, como han hecho en el otro municipio en el que también se lanzaba un animal vivo desde el campanario, Manganeses de la Polvorosa (Zamora), en el que, desde la sanción impuesta, en 1999, por la Junta de Castilla y León al Ayuntamiento, la cabra de carne y hueso fue sustituida por otra de cartón piedra y fuegos artificiales. Mediante la utilización de un artilugio simbólico (por ejemplo, un pequeño avión teledirigido que planeara sobre las cabezas de los asistentes hasta que alguno lograra agarrarlo) habría supuesto la satisfacción de dos principios básicos en un estado de Derecho: el sometimiento cívico a la legalidad vigente y un cambio positivo de postura indicativo de que, como dice la propia Ley de Protección Animal de Andalucía, se materializaran "unos comportamientos más civilizados y propios de una sociedad moderna" (Exposición de Motivos)."

Por tal motivo, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), se vio en la obligación de interponer denuncia administrativa ante el Delegado Provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía en Jaén, en la que se solicitaba la depuración de responsabilidades del Ayuntamiento de Cazalilla por no haber impedido efectivamente la realización de este espectáculo ilegal.

La Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (ASANDA) también interpuso denuncia contra el Ayuntamiento, tal como se desprende del "Acuerdo de Iniciación de Procedimiento Sancionador".

Creo que fue Ghandi quien dijo:
La cultura de un pueblo se mide por el trato que se le da a los animales