8.11.06

La Cordà de Paterna



Las fiestas de la comunidad valenciana son famosas por el uso del fuego y de fuegos artificiales. En España nadie los supera. Pero dentro de la comunidad destaca Paterna con su famosa Cordà que se celebra anualmente el último domingo de agosto y cuenta con más de 100 años de antigüedad. De todos los fuegos es el más peligroso y el más amado.

El magistral despliegue pirotécnico tiene lugar en la calle Mayor pero toda la ciudad queda anegada al estruendo de los cohetes y las explosiones. Un cohetódromo (especie de jaula) donde lanzar cajones y cajones de cohetes. Se calcula que unos 120 coheters y sus 60 ayudantes disparan más de 60.000 cohetes en 20 minutos. En las fiestas también participan moros y cristianos.

¿Peligroso? Bueno, no os preocupéis porque leo que 'los coheters van protegidos con cascos metálicos con rejilla en la zona del rostro. botas altas y un mono y guantes de cuero, vestimenta que precintan con cinta aislante em muñecas, cuello y tobillos. También se protegen con toallas o prendas de algodón humedecidas con agua, puestas bajo los monos de cuero.'
No es pues de extrañar que la Cordà no es aceptada en ningún momento por las mujeres sin carácter, los afeminados. Y los eclesiásticos porque no admiten que se haga dentro de los días de fiesta oficial religiosa.

La vecindad también es protegida con un recinto de rejilla metálica de 120 metros de largo por 8 de ancho levantado en la calle Mayor. Las ventanas, balcones y portales de las viviendas que rodean el cohetódromo se sellan con mallas metálicas para evitar que algún cohete que haya burlado el recinto de seguridad entre en las casas. Protección Civil, Policía Local y personal de Sanidad supervisan la buena marcha de la Cordá, que suele comportar unos cuantos heridos por quemaduras.

Entre los muchos comentarios que hay sobre esta fiesta he escogido este para terminar. En la cordá de Paterna han habido muchos lesionados graves porque es una bestiada, ríete de cualquier uso de coetes en Valencia. Además tiene una larga duración y el número de coetes borrachos es enorme, incalculable. La indumentaria de los que participan y están en la calle cerrada participando es de circo romano.

En mi niñez el vecino de la casa de enfrente celebraba la verbena de San Juan con un despliegue de juegos artificiales que me aterrorizaba, a mi y a todo el barrio. Ya por los años 50 usaba una especie de cajones a modo de plataforma de lanzamineto de cohetes que apuntaban a nuestra casa. Los lanzaba sin piedad y sin protegerse. Tuvo la suerte de salir siempre ileso -y nosotros también- incluso de un incendio de su casa ya que guardaba todo el arsenal en su habitación de trabajo. Si a esto añadimos que dilapidaba una fortuna en unas horas en tiempos de escasez después de la postguerra, huelga deciros cuanto odio los juegos artificiales.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que pena me da...

1:26 p. m.  

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