25.4.05

La botiga



La mentalidad del pequeño comerciante catalán –el botiguer- siempre ha sido objeto de bromas. Recuerdo la del tendero que en el otoño de su vida decide ir por primera vez de vacaciones con su familia. Gracias a una oferta especial van al lago Tiberíades. Una vez allí nuestro hombre pregunta el precio para dar un paseo en barca. Cuando le dicen la cantidad se escandaliza y pregunta por qué es tan caro. El barquero aduce que es un lago histórico por el que Jesús y sus discípulos andaron por encima de sus aguas. A lo que el tendero responde: No m’estranya, amb aquests preus!

Lo que ya no son bromas es lo que leo en la prensa y es que el pequeño comercio de las grandes ciudades está condenado a desaparecer. En Barcelona se ha cerrado otra tienda de la calle Llúria. La dueña da como razones el aumento del precio de los alquileres, de los impuestos y la inseguridad ciudadana que les obliga a todos a disponer costosos dispositivos de seguridad. Informa que no hace mucho en quince días robaron en 15 establecimientos. Todo ello les impide poder competir con los grandes almacenes.

A este paso acabaremos todos en los bulevares de muebles, los drives de McDonals, 'cortesingleses' y demás. Sólo nos falta que se inauguren drives para Megatapas y Megapaellas y así podremos ir a comer fuera de casa sin bajar del coche. Incluso podrían construir estadios para poder ver los partidos desde el coche como en los cines al aire libre que vemos a veces en las películas americanas.

Que gran invento el drive in y la megapantalla. Así podremos hacerlo todo con el coche e impedir que los chinos y los indios nos avancen en la carrera por polucionar el medio ambiente. Por algo somos el primer mundo. Que se han creído estos tercer mundistas.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La figura del botiger no desaparecerá nunca afortunademente. Necesito entrar en una tienda, preguntar, pedir, hablar, no tenerlo todo a mi alcance, que tengan los demás a su alcance mi persona, mi posible deseo de comprar.
Quiero también ser persona en una tienda.
solomero
soloromero

10:06 a. m.  
Blogger Camon said...

Totalmente de acuerdo, es más, lamento la falta de conocimientos de los vendedores sobre las tecnologías modernas como computadores y demás. Los vendedores, si los hay, no tienen ni idea de como funcionan y si tienes problemas la única solución es tener que llamar a un call center que muchas veces ni tan siquiera está en tu propio país. Estas consultas telefónicas, aparte del precio ruinoso de la llamada, es como hablar contra una pared y el que te solucionen el problema es de una probabilidad como la de que te toque la lotería. Consolémonos pensando que al no salir de casa polucionamos menos el medio ambiente...o al menos eso es lo que creemos.

10:38 a. m.  

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