Los espárragos de Adriaan

Me encantan los espárragos y en esta época del año me pongo como el quico. Hace pocos días estuve en casa de un amigo que en su retiro se dedica al cultivo de ellos en su finca. Que trabajo! Me ha explicado cosas muy interesantes y he visto unas imágenes increíbles. Para muestra unas fotos de la semilla, de la planta y de la flor. Increíble que de ahí salga una cosa tan distinta y tan deliciosa.

Cerca de donde yo vivo hay campesinos que los venden directamente al consumidor. Cuando los descubrí fui a comprarlos a uno de ellos pero, contariamente a lo que me pensaba, resultaron más caros que en las tiendas. Lástima. De todas formas fue interesante comprobar con que cuidado son seleccionados y clasificados en categorías. También pude constatar que la recogida de los espárragos es un trabajo manual, duro, por lo que es frecuente ver currantes extranjeros en estos menesteres.

Los espárragos holandeses de más fama son los del norte de la provincia de Limburgo. Mi amigo me contó que en Holanda hay una subasta diaria de espárragos muy importante y los compradores y exportadores cuentan con vehículos de transporte debidamente acondicionados para que no se estropeen. El hombre no paraba de contar.

¿Que si los espárragos son sanos? Aquí tuve que cortar porque el amigo Adriaan es un obseso de la alimentación sana. Que si son principalmente ricos en vitamina C, Calcio y Natrio, Que si ya desde la antiguedad se conocían las propiedades curativas de los espárragos; desde la picada de una abeja hasta deficiencias coronarias... Parece ser que los romanos los comían incluso crudos.

LLegados a este punto debo agradecer a mi amigo su

delicadeza de invitarme a degustar los espárragos de su propia cosecha, eso si, debidamente hervidos.

Hay infinitas recetas pero a mi me gusta la más sencilla: jamón dulce, huevo y regados con un vino blanco de Elzas.
Vale, un poquito de salmón ahumado también me vale.

Buen provecho!