15.4.11

Los errores del gobierno Aznar (PP)


González Pons, vicesecretario de comunicación del PP ha publicado un artículo comparando la gestión de Aznar con la de Zapatero. Al parecer ha omitido los graves errores del gobierno de Aznar como señala Luis Yáñez Barnuevo de Sevilla y que recoge Enriqueta Chicano en la edición del diario El País el día de hoy.

- La desastrosa gestión del accidente del Prestige, que provocó la mayor catástrofe medioambiental de nuestra historia;

- las mentiras y engaños tras el accidente del Yakolev donde murieron el mayor número de militares en tiempos de paz (Trillo mediante) y sobre todo

- el involucrar a España, contra la oposición del 95% de los españoles, en una guerra ilegal e ilegítima como la de Irak por una foto, la de las Azores, que ya ha pasado a formar parte de la historia universal de la infamia y, lo que es peor, puso al pueblo español en el punto de mira del terrorismo de Al Qaeda, lo que provocó

- el 11-M-2004, el mayor atentado terrorista ante la falta de medidas preventivas del Gobierno de Aznar, quien se ocupó del 11 al 14 de mayo de desinformar masivamente a los españoles, quienes sin embargo no se dejaron engañar y echaron sin contemplaciones al PP del Gobierno el domingo 14 de mayo de 2004.

Por su parte Enriqueta Chicano puntualiza aún más aclarando que

- La ley 45/2002 causó cientos de miles de despidos exprés;

- su Ley 24/1997, que asoció pensiones a inflación, no fue sino la legalización de lo que la Seguridad Social venía haciendo desde 1985, esto es, revisar todas las pensiones con la inflación;

- el primer superávit presupuestario tiene lugar en 2005 con el Gobierno socialista.

Y concluye Chicano, "revise sus datos por el bien de la verdad. Así escribe la historia el Partido Popular."

13.4.11

El Burka ¿cárcel textil?



Os hago partícipes de un artículo publicado hoy en La Vanguardia de Barcelona escrito por la periodista Pilar Rahola el cual a mi juicio puede ayudar a abrir un serio debate sobre el uso del burka. La imagen con la que ilustro mi blog pertenece a uno de los muchos chistes que han aparecido en Holanda bajo el título "qué pena que prohiban el burka" y que creo no ayudan mucho a un debate serio sobre lo que la periodista califica de "cárcel textil".

"Quizás porque su historia colonial pesa como una losa, o quizás porque los errores de los partidos tradicionales han propiciado el auge de la extrema derecha, o porque el fundamentalismo ha arraigado, sea por todo o por la parte, lo cierto es que Francia es el país europeo que está más avanzado en el debate sobre islam y democracia. A diferencia de nuestro país, donde aún nos debatimos a ambos extremos de la simpleza ideológica, entre el buenismo progre y el malismo reaccionario, Francia hace tiempo que debate con seriedad el problema del fundamentalismo islámico. Por supuesto ha sido un largo recorrido de acusaciones cruzadas entre un progresismo que consigue juntar la palabra burka con la palabra libertad y no se muere de la vergüenza, y un malismo que va a la caza del musulmán con la sola idea de cazar votos. Entre ambas caras de la misma moneda, existe un amplio territorio de sensatez que debe construirse. Y ello implica la voz de intelectuales lúcidos que ni se han asustado por el dedo acusador de la corrección política, ni se han dejado arrastrar por la intolerancia. De Glucksmann a Finkielkraut, pasando por Bernard Henry Levy, muchos han sido los que han dicho sí a los dioses, pero no a los fanáticos sin fronteras, que los usan para destruir la modernidad. Y han sido tildados de todo, reaccionarios, islamófobos... “La nueva letra escarlata”, dice Finkielkraut, hablando de los ataques que ha sufrido. Sin embargo, lo mejor del largo debate sobre velos y burkas ha sido la aportación de muchas mujeres musulmanas, algunas exiliadas en Francia, que no han dudado en hablar con rotundidad sobre la cárcel textil que sufren en decenas de países: es el estigma de la opresión. “El velo en una niña de ocho años es el signo exterior de su mercantilización, ya está en el mercado del matrimonio”, han dicho. El resultado final de este largo trayecto de reflexión colectiva ha sido la ley aprobada contra el uso del burka en la calle. Por supuesto, ahora saldrá un ejército de mujeres emburkadas que asegurarán que lo suyo es un ejercicio de libertad, y algunos viejos manifestantes del mayo del 68 les aplaudirán la gracia. Pero lo cierto es que el velo integral crece a medida que lo hace el radicalismo islámico, que su uso es un abierto reto a las leyes de igualdad de la mujer, y que la obsesión con los derechos fundamentales que tienen los integristas es equiparable al activismo que practican para destruirlos. No es un tema baladí, pues estamos tocando la médula ósea de nuestra civilización, el epicentro de la libertad. La cuestión es saber cuándo nos tomaremos en serio el tema en España. ¿Cuando tengamos un millar de mujeres segregadas? ¿Decenas de imanes integristas?¿Miles de fanáticos? Esperemos no tardarmucho en debatir en serio la cuestión, porque en este tema el tiempo no es oro. El tiempo es puro plomo."

11.4.11

Iñaki Gabilondo vuelve con sus comentarios



Desde este mes puede verse el videoblog de Iñaki Gabilondo en La SER.
Con claridad meridiana analiza la situación política actual en España.

Podéis acceder por medio del siguiente enlace.
http://blogs.cadenaser.com/la-voz-de-inaki/

1.4.11

El futuro político de España


El articulista del diario La Vanguardia de Barcelona Antoni Puigverd publica hoy un artículo en el que, a mi juicio, analiza correctamente la talla del que podría ser el futuro presidente del país. Si es así mal futuro nos espera. Ojalá los votantes se den cuenta a tiempo y eviten la catástrofe.

A CONTINUACIÓN LA TRANSCRIPCIÓN INTEGRA DEL ARTÍCULO.

¿Espía o soldado?


A veces de un color, a veces de otro, la lógica del chacal siempre acaba imponiéndose en España. Obsesionado con la perfección, Flaubert describió como impotentes a los críticos: “Se escribe crítica cuando no se es capaz de hacer arte”. La frase no es muy original, pero Flaubert la salvó de la vulgaridad gracias a su imaginación metafórica: el crítico es “como el espía que no está en condiciones de ser soldado”. Con frecuencia, Mariano Rajoy parece desconfiar de sus propias artes políticas, pues se dedica en cuerpo y alma a la crítica. ¿Prefiere la posición ventajosa del espía al noble riesgo del soldado?

Declinaba Zapatero, en los últimos tiempos, perdida toda credibilidad, descubierta incluso por los más ciegos su insultante inconsistencia. Declinaba, mientras los dirigentes del PP, con Rajoy a la cabeza, se las prometían felices. Sentados en el porche, con una copa fría, esperaban que el cadáver del enemigo pasara por delante. De repente, de un despacho secundario, emergió una figura discreta, sin aparente atractivo. Alfredo Pérez Rubalcaba. Un tipo que nunca había dado a entender que ambicionaba el mando: alguien que, por edad y salud, más parecía destinado a la jubilación que al liderazgo. Con perfil franciscano y agilidad de zorro, Rubalcaba, ya en la época de Felipe González, abandonó la parcela educativa para especializarse en el inframundo etarra. Sus últimos años de arduo trabajo, ya bajo la volátil batuta de Zapatero, le han permitido culminar el proceso de asfixia de la organización etarra iniciado por Aznar. Rajoy ahora no debería olvidarlo: Rubalcaba colaboró lealmente con el Ejecutivo de José María Aznar, encabezando la delegación socialista que firmó en el año 2000 el acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo.

Si Rajoy aspira a ser un presidente de verdad, tiene que superar un obstáculo difícil. Debe vencer a un verdadero espadachín. ¿Se atreverá? ¿O preferirá asegurar la victoria con las cartas marcadas? Esperaba Rajoy que pasara el cadáver de Zapatero, cuando el coriáceo Rubalcaba apareció en su camino. Rajoy puede hundir a Rubalcaba antes de las elecciones si, en vez de oponerse a él en duelo franco, con armas iguales y reglas nobles, se sube con su PP al coro de los chacales y consiguen pringarle en el frente judicial del caso Faisán. ¿Pueden hundir como colaborador de ETA a un ministro como Rubalcaba que tanto ha trabajado para derrotarla? Pueden. Pero Rajoy ya no sería entonces presidente por su cuenta y riesgo: debería la victoria a P.J. Ramírez.

Enfrentándose en buena lid a un rival de enjundia como Rubalcaba, podría conquistar Rajoy una autoridad moral que sin duda va a necesitar en estos años tan difíciles. ¿Preferirá dejarse arrastrar por el ventajismo del crítico, blandiendo no las armas del soldado, sino los métodos del espía? ¿Puede ganar Rajoy el año próximo hundiendo el buen nombre de un servidor leal del Estado? Puede. A veces de un color, a veces de otro, la lógica del chacal siempre acaba imponiéndose en España.