31.10.07

La memoria reciente




Os recomiendo la lectura de la conspiración del PP sobre el 11M. Un trabajo que abarca el período comprendido entre el 12 de marzo del 2004 hasta hoy. Enhorabuena a los que han publicado este blog que lleva por título La Sombra de Aznar.

Lo recomiendo para que nadie se lleve engaño son las nuevas falacias que los 3 Mosqueteros del PP esgrimen. Para que nadie olvide lo reciente.

Nunca mejor observado



Gracias Romeu: La Vanguardia 31-10-2007

24.10.07

Quién da más!



Leer la prensa española estos días es una gozada ???

Que si un revisor solo pide el billete al único pasajero de color; que si la solución de los problemas del AVE y de los trenes de cercanías cada vez están más lejos de solucionarse; que si hay que tratar humanamente a Losantos de la COPE; que si el cambio climático es una camama; que si los no catalanes se resisten a aprender a decir Josep Lluis...
Creo que estos pocos ejemplos son suficiente.

Pero en todas partes cuecen habas. Los trenes holandeses, otrora orgullo del país y envidia del resto del mundo por su puntualidad y calidad en el servicio, ahora cada día van peor. Creo que en parte ha sido por aquello de la privatización que ha obligado la Comunidad Europea. Probablemente al saberse de la privatización ya nadie se preocupó de modernizar la estructura y ahora pagan la factura.

Lo de los PePeros es ya harina de otro costal. Es de auténtico aquelarre. La Esperanza intentando manipular al rey para que trate humanamente a Jiménez Losantos. No sabía que hasta el rey consideraba a este periodista de la COPE como un animal. Si no que sentido tenía esta observación.

Item más. Esperanza, convertida en La Voz de su Amo, apoyó la salida de tono de Rajoy invocando a su primo sobre lo increíble del problema climático. Es comprensible que una persona que dice no llegar a fín de mes haga la pelota al jefe para seguir viviendo o que quiera salir desnuda como la concejala de Lepe. Hoy, ante las críticas de todo el mundo sobre este patinazo mayúsculo, ha dicho que primero no cayó en la cuenta de que Mariano hacía broma."Si es broma puede pasar, pero hasta tal punto llegada ni es broma ni es nada ni se puede tolerar".

Pero los nacionalismos a ultranza no son recomendables como la historia ya nos lo ha demostrado repetidamente. Me preocupa que ahora Carod, Josep Lluis, se haya hecho famoso por sus intervenciones en un programa de televisión y todos se disputen su presencia para aumentar la audiencia única vara de medir a la hora de conseguir anunciantes. Poderoso caballero es Don Dinero.

Espero que la cosa no llegue tan lejos como para ver por televisión a Josep Lluis en una alocución navideña envuelto en la bandera catalana y cantando la Santa Espina. No se si se atrevería a repetir lo de la corona de espinas sobre su cabeza.

Quién da más!


12.10.07

Mariano Banderas



Pues resulta que desde que se implantó la democracia en España lo único que a veces me avergüenza de ser español es el comportamiento del actual partido mayoritario de la oposición.

Encabezados por unos dirigentes que no son de recibo por sus repetidas mentiras y no saber encajar su última derrota electoral. Por no querer apoyar al gobierno en su lucha contra ETA porque sin ETA perderían toda chance de gobernar. Por la manipulación de hasta incluso víctimas del terrorismo ya que 'vale todo' con tal de volver al poder. Por insultar a los dirigentes actuales tratando de desprestigiarlos. Por no querer admitir la España de las autonomías. Otra cosa sería si quizás fueran 'autonosuyas' por eso ahora han rematado la faena con el de pecho: la bandera y España somos nosotros.

Y entre tanto oídos sordos a la labor del gobierno para mejorar el país pero, eso sí, acusarle por no hacer lo que ellos, la oposición, no hacen: proponer soluciones. Es la conocida regla de la propaganda nazi de la transposición. Recordemos esas técnicas que domina esta oposición como nadie las cuales expuso en su blog Marçel Moline, prestigioso publicitario, y que transcribo a continuación.

<< 1.- Regla de la simplificación y del enemigo único
La simplificación es la adopción de una sola idea-eje, o de un solo símbolo. En eso sí que estamos de acuerdo los publicitarios. Una de las formas de simplificar te lleva a la «individualización del adversario»: los humanos preferimos enfrentarnos a personas visibles. En consecuencia, se trata de persuadirnos de que nuestro verdadero enemigo no es tal o cual partido si no tales o cuales personalidades del partido (como está haciéndose cada día en nuestro país).
2.- Regla del método de contagio
Reunir a diversos adversarios en una sola categoría o en un solo individuo... para extender la convicción de que «están todos en el mismo saco». (¿Encuentras ejemplos?)

3.- Regla de la transposición
Es, según Domenach (autor del libro La Propagande Polítique), una táctica de extraordinaria eficacia psicológica y política. Es el arte del farol llevado al límite y consiste en cargar sobre el adversario tus propios errores y defectos. Seguramente es una de las cosas que te llaman más la atención al leer las noticias y escuchar declaraciones en momentos en que el Gobierno ha cometido alguna equivocación evidente: te sorprenden —y te preguntas cómo pueden tener tanto atrevimiento— atacando en vez de atender a la lógica de la defensa, e incluso del reconocimiento del error o de la asunción de responsabilidades. Bueno, pues ahí lo tienes: lo hacen porque saben que funciona y, en el fondo, tú has visto que sí, que les funciona. Y le funcionaba a Goebbels: «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que les distraigan».

4.- Regla de la exageración y desfiguración
Una frase al azar de un político de otro partido, un síntoma sin comprobar, son convertidos sin embargo en pruebas amenazadoras. Ahí está, por ejemplo, la hábil utilización de citas separadas de su contexto.

5.- Regla de la vulgarización
Me remito directamente a Hitler en Mein Kampf: «Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a quienes se desea vaya dirigida. De esta suerte es menester que la elevación mental sea tanto menor cuanto más grande la muchedumbre que deba conquistar. La capacidad receptiva de las multitudes es limitada y su comprensión escasa; por otra parte tiene una gran facilidad para el olvido».

6.- Regla de la orquestación
Los publicitarios sabemos que no es tan sencilla como parece, ya que a algunos anunciantes no hay manera de convencerles de que la primera condición de una campaña o una marca es, como en la propaganda, la repetición infatigable de los temas principales. Y, dado que la repetición pura y simple genera rápidamente el cansancio, hay que mantener el tema central pero presentándolo desde aspectos variados. Como dijo Goebbels, «la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde distintos ángulos pero siempre confluyendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas». Ahí viene también a cuento esa frase tan conocida del propio Goebbels: «Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad».

7.- Regla de la renovación.
Viene a ser una consecuencia de la regla anterior: hay que sacar continuamente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda, el público esté ya alejado. Las respuestas sucesivas del competidor no consiguen alcanzar el flujo creciente de acusaciones. (¿Hace falta que consultes la prensa para comprobarlo?)

8.- Regla de la verosimilitud
Consiste en estructurar la creación de argumentaciones lanzando globos sonda a través de procedencias y de medios distintos, para poder remitirse a ellos citando esas fuentes manipuladas con el objeto de hacer verosímiles las argumentaciones. (Se me ocurre mencionar, aunque he prometido no poner ejemplos, que todo el entramado de la entrada en la guerra de Iraq iba trufado de esa regla según se ha ido viendo posteriormente.)

9.- Regla de la silenciación
A veces hay temas propagandísticos que hay que abandonar porque están en clara contradicción con la realidad de los hechos que se van sucediendo. (¿Recuerdas, eh?) En estos casos la propaganda no reconoce su error. (¿Te sorprende cada vez que lo ves practicar, eh?) Se calla sobre aquellos puntos en los que se está débil. Las noticias que favorecen al adversario se disimulan.

10.- Regla de la transfusión
El propagandista eficiente no cree que se pueda hacer la propaganda a partir de cero e imponer a las masas no importa qué idea en no importa qué momento.«Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un substrato preexistente, sea una mitología nacional —dice Domenach— o de un complejo de odios y de prejuicios tradicionales». (Me temo que es por ahí por donde anda el eje de la estrategia de quien está haciendo bien su propaganda, ahora, en nuestro país.) «Las fobias y las filias». Escribió Walter Lippman en Public Opinion que «el jefe político empieza a apelar a un sentimiento preponderante de la multitud (...) Lo que cuenta es ligar las propuestas con las palabras, y las asociaciones sentimentales con las actitudes primitivas que están en la multitud». Es la transformación de esa fuente de energía mental que constituyen los estereotipos preexistentes. Hitler es muy explícito en esto y utiliza un lenguaje que nos puede resultar hasta machista: «La inmensa mayoría de la gente es tan femenina en lo concerniente a su naturaleza y opiniones, que su pensamiento y acciones se hallan gobernados por sensaciones y sentimientos más bien que por consideraciones razonadas”.

11.- Regla de la unanimidad
Buena parte de las opiniones públicas no son más que una suma de conformismos y no se sostienen más que por la impresión que tiene el individuo de que su opinión es la opinión general, unánimemente profesada a su alrededor. Por lo tanto, la propaganda puede actuar reforzando esa sensación de unanimidad o creándola artificialmente. (¿No has tenido la sensación de que pensabas como todo el mundo y, sin embargo, las urnas te han mostrado una realidad diferente?) Este es un mecanismo básico de la propaganda. Algunas manifestaciones de masas, y desfiles de partidos, y de organizaciones o ideologías tienen por objeto crear la impresión de unanimidad. Ese es también el rol que se trata de interpretar con el recurso a testimonios de artistas, escritores, deportistas, etcétera, utilizados como personalidades piloto.

***

Bueno, pues esto es lo que hay. Cuando hablamos de prepotencia, cinismo, mentiras, etcétera, por parte del partido en el poder, en realidad lo que estamos contemplando es propaganda política, sofisticada, inteligente y oportuna. Propaganda de Manual. Por el otro lado, no percibimos una clara línea de oposición a esa fuerza descomunal. No en el PSOE y tampoco en algún que otro partido. Y eso me desconcierta y me entristece. Para un publicitario una situación así no tiene gracia. Del mismo modo que no nos gusta que haya mala publicidad.

¿Por qué el PSOE no encuentra un lugar y una réplica, una posición de iniciativa ante la opinión pública?:

1. ¿Será porque no se da cuenta, no sabe lo que le están haciendo, no conoce las reglas que le están aplicando sistemáticamente desde hace años?

2. ¿Será porque no es capaz de crear una iniciativa propia, no es capaz de estructurar una estrategia eficaz? Una estrategia de propaganda con carácter ético —que puede hacerse, sin caer en el pozo del todo vale—, pero una estrategia. Porque si un partido que quiera gobernar no es capaz de crear y desarrollar una estrategia cuando hace falta, ¿cómo va a gobernar, cómo va a proteger a los ciudadanos?

La estrategia del PP es básicamente previsible, es clásica: como vemos, está en los libros. Y éste es un punto débil porque, como decía Sun Tzu, «en la estrategia siempre ha de haber engañifa. No permitas al enemigo calcular tus preparativos» y, al no existir ese misterio, el PSOE parece que debería escuchar al mismo autor cuando dice «el máximo refinamiento consiste en atacar los planes del enemigo». En fin, que entre unos y otros me da la impresión de que en este país estamos apañados.
http://www.pragmapublicitat.com/noticies_con_goebbels.htm
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8.10.07

¿Existe la identidad holandesa?


El Consejo Científico para la Política del Gobierno holandés (WWR) acaba de publicar un informe de más de 200 páginas sobre su investigación acerca de la identidad holandesa. Con los resultados de este estudio el gobierno esperaba poder definir la identidad holandesa y así poder orientar mejor a los extranjeros para que se puedan integrar en el país. Para la presentación de las conclusiones del informe eligieron a la princesa Máxima, de origen argentino, esposa del príncipe Willem Alexander y sucesor al trono.

Al aceptar el presentarlo y el contenido del discurso que pronunció implican que está de acuerdo con las conclusiones del informe. Manifestó que la fuerza del país se basa en la forma en que los ciudadanos se identifican con él: por su diversidad y mezcla. Considera erroneo pensar en líneas de separación, en distintas razas, porque Holanda no es un zoológico. También se alegra de que el informe no hable de la identidad holandesa si no de la forma en que las personas se sienten identificadas con el país. De ahí el título del informe: 'Identificación con Holanda'.

Y esta es la conclusión más importante de este estudio. Tan cierto es que existen una serie de hechos comunes a todos los holandeses como que hay aspectos diferenciales entre ellos. Dicho de otra manera, no existe un molde 'holandés' con el que se han fabricado todos los habitantes del país y que se puede usar como modelo para todo extranjero que quiera ser holandés.

Considero este estudio muy interesante porque es una forma de hacer ver que los nacionalismos a ultranza no tienen sentido. Y claro enseguida he pensado que es precisamente la discusión que habría que llevar a cabo en España donde la parte diferencial es mucho más rica que en los Paises Bajos. De cara a las próximas elecciones generales el partido mayoritario de la oposición española está intentando por todos los medios 'vender' la idea de que existe este molde 'españa' y quien quiera matizar esta identidad a ultranza es un 'traidor'

El presidente de la comisión holandesa concluye que en unos tiempos cada vez más internacionales no es sensato utilizar una consideración espeluznante de la identidad. Entonces, dice, sería mejor cerrar la puerta y poner el país de espaldas al futuro.

Que horror que en nuestro país no se pueda discutir de forma civilizada con esta oposición que sólo piensa en conseguir el poder al precio que sea y le interesa un pimiento el país.

5.10.07

La virtud de la sensatez

foto Telemundo

Hoy ha aparecido en diario El País un artículo de Felipe González, ex presidente del Gobierno español, que por su sensatez contrasta con la palabrería, el insulto y las mentiras con las que por desgracia nos obsequian casi a diario los altos gerifaltes del partido mayoritario de la oposición con Aznar al frente.

Por un momento dejad a un lado vuestras preferencias políticas de izquierdas o de derechas, leed el artículo y decidme si no hay una diferencia abismal con el discurso de los opositores tanto por su contenido, del que la oposición carece, como por su estilo educado.

TRIBUNA: FELIPE GONZÁLEZ
Mentiras y mentirosos

Rectificar es de sabios. Hacerlo a medias cuando las evidencias son tan abrumadoras es quedarse atrapados en la mentira. Para colmo, en política, la verdad es lo que los ciudadanos perciben como verdad, no lo que los políticos tratan de que parezca verdad.

Eso es lo que ha ocurrido con la declaración de Rajoy en torno a la ilegalidad de la guerra de Irak tras conocerse las conversaciones de Aznar y Bush en el famoso rancho tejano. Esa guerra que nos oprime con su actualidad trágica e inacabable.

Pero confunde todo pretendiendo que ésa es la única diferencia con Afganistán. La diferencia, no es sólo la que media entre una guerra ilegal y otra legal, con ser mucha por esa sola razón. En Irak no había vínculos con el terrorismo internacional que se debía combatir, ni armas de destrucción masiva. En Afganistán, el propio Estado talibán estaba involucrado con Al Qaeda en la amenaza del terrorismo internacional. La única duda era si dependían más los gobernantes de Al Qaeda que lo contrario. Era un Estado ligado al terrorismo y la ONU respaldó por ello la intervención militar. Nada que ver con Irak, a pesar del carácter sangriento de la dictadura de Sadam. ¡Otra sería la suerte de Afganistán si no hubiera existido la aventura iraquí!

Era tan claro que la guerra unilateral estaba decidida que a pocos sorprenden las conversaciones rancheras, salvo por su crudeza y por las mentiras a la opinión pública que la acompañaron. Era claro meses antes que el objetivo era Irak, y Afganistán una estación intermedia.

Por eso, los que no teníamos la estúpida tentación de cambiar 200 años de historia para caer en una nueva dependencia, apoyamos la decisión de la ONU sobre Afganistán y la del Gobierno de Aznar de enviar tropas, a pesar del riesgo y de la distancia con nuestras prioridades.

Igual de clara era la oposición a la decisión de declarar la guerra a Irak de forma ilegal, injustificada y llena de mentiras. Así lo vio la oposición y toda la opinión pública, menos los visionarios que pretenden cambiar la historia sacando pecho de lata imperial... ¡y sus acólitos!

La política exterior que se pretendía cambiar era la posfranquista al socaire de los 200 años. La política hecha a base de esfuerzos por rescatar nuestra autonomía y por consolidar un consenso básico que nos hiciera fuertes en la dimensión de nuestras posibilidades. Sin exageraciones de monaguillos pegados a la cola de los oficiantes para aparecer en la foto. La política que nos permitía hacer un papel respetable en la construcción de una Europa unida, tras vencer las resistencias a la entrada. La que nos podía unir con los países hermanos de América Latina y nos permitiría impulsar una política mediterránea seria, respetuosa de nuestros vecinos. La política que nos permitiría reequilibrar la relación con Estados Unidos, rescatándola de la vergonzosa entrega de soberanía a cambio de mendigar reconocimiento que había hecho el franquismo.

Por eso no es lo mismo, Sr. Rajoy, que estemos en Afganistán, con todos los riesgos que implicaba cuando ustedes lo decidieron, y que sigue implicando hoy como dolorosamente comprobamos estos días, que meterse en la guerra de Irak. Si lo piensa serenamente y cae en la cuenta de que con la tercera parte del compromiso de fuerza involucrado en Irak se habría estabilizado Afganistán y el mundo en que vivimos sería diferente y seguramente mejor en materia de paz y seguridad.

Pero como no ha parecido bastante, ahora vemos cómo se calientan los motores para incrementar la aventura de la guerra sin fin -la derivada de la justicia infinita- incluyendo a Irán. Me preocupa, como a todos, la proliferación de armas nucleares y hay que trabajar para que haya menos, no más. Pero es un ejercicio de cinismo que griten más los que más tienen, sin ofrecer planes siquiera sea de reducción o que lo hagan contra unos a los que se les supone la intención de fabricar armas, como Irán, mientras se mira para otro lado o se coopera con otros que las desarrollan rompiendo el Tratado de No Proliferación. Tanto cinismo no puede dar resultado.

Nuestro país, como Europa, ha perdido relevancia relativa desde la caída del muro. Pero en lugar de reforzar un papel europeo unido, como aliados confiables pero con autonomía creciente en el proceso de toma de decisiones, seguimos empeñados en fracturar más y más la realidad de la Unión, desde aquella estúpida aventura que nos dividió entre vieja y nueva Europa por la guerra iraquí.

¿Qué teníamos que ofrecer en ese disparate al que fue tan contento el Gobierno del Sr. Aznar? Que dividiríamos a los europeos, que convenceríamos a nuestros amigos latinoamericanos para que se plegaran a intereses que no eran los suyos y poco más. Lo contrario justo de lo que podían esperar de nosotros los socios europeos que nos habían visto incorporarnos a la Unión y trabajar para que ésta se consolidara con una política exterior propia y acorde con sus intereses. Lo contrario de lo que esperaban los países de habla hispana presentes en el Consejo de Seguridad de una España democrática y solidaria con ellos para reforzar sus autonomías en defensa de sus intereses frente a la capacidad indudable de condicionamiento de Estados Unidos.

Cuando dejé el Gobierno, nuestro papel en Europa estaba consolidado y era respetado. Nuestra relación con el Magreb y el Mediterráneo era equilibrada y basada en la solidaridad y la defensa de nuestros intereses. Con el área hispana de América y con Brasil se había producido una nueva fase, radicalmente distinta a la de la época de las dictaduras. Con Estados Unidos se había negociado con gran esfuerzo y dificultad un nuevo convenio que nos permitía recuperar soberanía sin poner en cuestión una relación que era de confianza. Y así, sucesivamente.

¡Era esto lo que querían cambiar! ¿Y para cambiar esto acabaron con el consenso laboriosamente trabajado? No será por los resultados. Rectifiquen de verdad y busquemos de nuevo un consenso que nos permita dar fortaleza y previsibilidad futura a nuestra política exterior. Porque el cambio copernicano que se creían nos retrotraía a las dependencias que se generaron en la dictadura y nos sacaba de nuestro papel como país democrático, europeo, mediterráneo e hispano.

Felipe González es ex presidente del Gobierno español.
El País 05/10/2007



3.10.07

Birmania Libre



En 1962 el general Ne Win dió un golpe de estado que puso fin al único decenio de un gobierno democrático en Birmania. Desde entonces la junta militar ha oprimido a la población.

Los últimos días estamos asisitiendo a las ansias de libertad de un pueblo donde los derechos humanos son coartados impunemente y siguen manteniendo bajo arresto domiciliario a la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, quien ganó las eleccones en el año 1990 por amplia mayoría y a la que los represores nunca permitieron gobernar.
China, miembro del consejo de seguridad, se ha opuesto a tomar medidas en la ONU. Haz llegar tu mensaje de protesta a la ONU y a la prensa mundial.

Firma la petición aquí.