No, esta vez no va de reanimación boca a boca ni de besuqueo hetero o gay o de otro tipo, ni de moralidad. Entonces ¿de qué va?
Pues del uso y abuso de la confianza que hay entre familiares, amigos o colegas. Todos tenemos entre nuestras amistades alguien de quien siempre nos fiamos de sus consejos. Cuando trabajaba tenía una compañera que siempre me informaba de en dónde podía comprar más barato lo que necesitaba, fuera una hipoteca, una lavadora o las hortalizas del tiempo.
Pues bien, resulta que los especialistas en marketing -¿los modernos mercaderes del templo?- han ideado un nuevo método para colocar al público sus productos, basándose en esa confianza que tenemos todos en alguien. Se ve que la gente ya está hasta el moño de que la bombardeen con publicidad por todos lados y trata de evitarla al precio que sea. Sobre todo la emitida por el medio rey:la tele.
Antes veías una peli interrumpida por anuncios. Ahora ves anuncios interrumpidos por alguna peli. La gente zapea que es un primor para escaquearse de forma rauda y veloz de la plaga publicitaria (que aumenta el sonido por si aún no os habíais percatado). Otros aprovechan los bloques de anuncios para ir al mingitorio o para servirse una bebida. Y los hay que han adquirido un DVD con disco duro que permite grabar hasta 40 gigas. Así se pueden visionar los programas a posteriori y gracias al botón ff (fast forward) del mando a distancia puedes saltarte impunemente toda la publicidad. Confieso que estoy muy tentado en hacer lo propio.
No se, pues, si por estas, o por algunas otras razones, las agencias de publicidad han ideado un nuevo sistema que consiste en reclutar personas que hagan propaganda de sus productos entre el círculo de su gente de confianza. Estos incautos ignoran que el consejo van con segundas. En los Estados Unidos, cómo no, ya hay más de un millon de personas contratadas para esta estrategia que han dado en bautizar como 'boca a boca'. Hay una empresa que incluso ha creado una 'Red de madres' que cuenta ya con medio millón de personas.
Para evitarse problemas laborales y gastos de seguridad social los vendedores (bocazas) suelen recibir de forma gratuíta los productos que recomiendan y que ellos usan para su consumo particular. Por ejemplo, los detergentes. Los miembros de la red recomiendan a sus amistades los productos y por medios de los chats de internet propagan los productos dando la impresión de que son consejos desinteresados.
En realidad casi todo el mundo quiere ganar un dinerete sin demasiado trabajo y en teoría cualquiera es un agente del boca a boca. Uno se pregunta si esta práctica es legal. Leo que Gary Ruskin, presidente de la organización de consumidores Commercial Alert, opina que es una práctica ilegal porque se trata de 'la comecialización de la convivencia civilizada. Es una estafa porque la gente cree estar hablando con una persona normal y resulta ser un señuelo empresarial.'
Las compañías, por boca de la Asociación de Marketing de Boca a Boca (WOMMA), consideran que 'el boca a boca es la forma más sincera de marketing, basada en el afán de las personas por intercambiar opiniones con familia, amigos y colegas'. La compañía de alimentación Kraft, el fabricante de ordenadores Dell o Coca-Cola son algunos de los 150 integrantes de esta asociación.
No se, no se, este tema tiene un tufillo desagradable. Leyendo todo esto me estoy acordando del consejo que me daban mis educadores jesuítas:
en la boca, no!
